Las vistas desde el balcón de la habitación son impresionantes, y la comida casera es deliciosa, especialmente las patatas fritas finas y crujientes. Sin embargo, encontrar el acceso al hotel es complicado, y la habitación se siente un poco pequeña para familias. La atención del personal es amable, aunque la barrera del idioma puede ser un desafío en algunas interacciones.

El hotel ofrece vistas espectaculares desde la terraza.

El acceso al hotel es complicado y no está bien indicado, lo que dificulta la llegada en coche. Además, experimentamos problemas con el agua caliente en las duchas, lo cual fue muy incómodo. La habitación tenía un diseño algo confuso, y aunque era acogedora, el espacio era un poco agobiante para nuestra familia.

cerca de castillo y museos, gran acceso a todo en krujë

Mi estancia fue increíble, especialmente por las vistas impresionantes que se podían disfrutar desde la terraza de mi habitación, además, me encantó la proximidad del hotel al castillo de krujë y al museo etnográfico, todo a menos de 5 minutos caminando, perfecto para disfrutar de un paseo por la ciudad. sin embargo, el acceso al hotel podría mejorarse un poco ya que puede resultar algo complicado hablar con el personal si no hablas albanés.

Fue una opción adecuada para una aventura de fin de semana en Krujë con una buenísima relación calidad precio. La atención del personal fue excelente, nos ofrecieron recomendaciones de lugares a visitar que realmente mejoraron nuestra experiencia. Asegúrate de llegar temprano para encontrar buen estacionamiento, ya que el acceso puede ser complicado.

Recomiendo pedir ayuda al personal para navegar las calles locales, ya que te ofrecen valiosos consejos para disfrutar mejor de la ciudad.

La habitación tenía una vista espectacular al

castillo, y la atención del personal fue excepcional. Nos orientaron sobre cómo movernos por el laberinto de calles de Kruje. Sin embargo, el acceso al hotel fue un poco complicado debido a la falta de indicaciones claras.

Recomiendo para familias que buscan un lugar acogedor

La verdad es que la familia que lleva el lugar son como un abrazo cálido, te sientes en casa desde el primer momento y ellos nos ayudaron a aparcar la coche, algo que fue un alivio en el lío de la ciudad. Además, la vista desde nuestro balcón era tan impactante que cada atardecer era como una obra de arte, ni en mis sueños más locos pensé disfrutar algo así.

No fue económico pero eso no arruinó la experiencia.

La habitación tiene una vista espectacular, pero el baño tenía un olor desagradable.

La habitación era amplia y el baño muy bonito. El personal era muy amable y te hacían sentir como en casa. Además, el desayuno era muy completo y sabroso. La ubicación es perfecta, cerca del centro de la ciudad.

lo recomendaría.

Las vistas desde la habitación ofrecen un espectáculo impresionante, un verdadero regalo para los ojos al amanecer. La habitación, aunque pequeña, tiene encanto y es perfecta para una escapada romántica, especialmente con ese balcón que brinda un respiro a la rutina diaria.

No hay estacionamiento disponible, lo cual puede ser un dolor de cabeza si comes en coche. Las indicaciones para llegar no son muy precisas, así que ten cuidado con eso. perdí un tiempo importante buscando el lugar. Además, el check-in es un poco rígido, lo cual no gusta a todos, especialmente si te atrasas por cualquier motivo.

La habitación era como un nido de golondrinas con un balcón que ofrecía vistas que hacían que los corazones se derritieran más rápido que un helado en verano. Además, el desayuno era tan variado que parecía un festival culinario, con todo desde tortitas hasta jugos exóticos.

Cuarto algo pequeño

Vaya experiencia culinaria! Los perritos calientes de carne de Viena en el bar-restaurante eran simplemente increíbles. Además, el desayuno era tan abundante que parecía diseñado para reyes. la terraza encantadora aportaba un toque mágico a cada mañana. La habitación era espaciosa y el baño estaba estupendo, con todo lo que necesitas.

Una vez que llegué, me di cuenta de que había reservado una habitación triple, que resultó ser un poco apretada para mí solo. ¿Empacar o desempacar? Más como un reto de malabarismo. Por otro lado, me sorprendió tener que hacer la cama yo mismo. ¡no era el típico trato! Pero bueno, eso no arruinó mi experiencia en esta hermosa ciudad.

Ubicación inmejorable, al lado del bazar antiguo y con vistas espectaculares al castillo. Habitaciones limpias y cómodas, además el desayuno muy variado y rico. El trato de la familia fue excepcional, nos hicieron sentir como en casa.

desayuno casero que te hace sentir en casa

desayuno abundante, vistas al castillo

habitación pequeña